miércoles, 3 de febrero de 2016

¿De qué depende mi felicidad?




La felicidad es un maravilloso tesoro que tiene que ver con una actitud positiva, serenidad interior, integridad y satisfacción al más profundo nivel. 

Actuar con entusiasmo y alegría nos posibilita alcanzar niveles más elevados en todas las áreas de nuestra vida. 

Tenemos la capacidad de brillar como un "sol resplandeciente." Cuando eres feliz, puedes alegrar a otras personas, lo cual crea un gran acto de bondad. Una persona feliz esparce sentimientos positivos. 

Existen definitivamente situaciones externas que conducen a la felicidad: la buena salud, un buen matrimonio, un gran número de amigos y familiares, riqueza, fama, honor,… pero ninguno de estos factores pueden garantizar la genuina felicidad. Algunas personas saludables, famosas y ricas están no obstante deprimidas. Por el contrario otras personas pobres y enfermizas logran mantenerse habitualmente alegres. 

Una vez que aceptes la responsabilidad de convertirte en una persona feliz, independientemente de cualquier factor externo, tomarás la firme determinación de trabajar sobre tus esquemas de pensamiento en lugar de perseguir ilusiones. Manejando una actitud positiva frente a todo lo que te ocurre en la vida, las diversas situaciones tendrán una garantía de felicidad. 

"Toda la felicidad está radicada en tu ser interior. Emplea tu mente de una manera inteligente y jamás serás considerado pobre, ya que estás en posesión de las infinitas bondades que te brinda el Universo".

Aprecia, celebra y disfruta lo que posees. Valora las bendiciones que recibes a cada instante. Saborea la dulzura que la vida te ofrece. Estar enfocado en el hoy, abrazar el momento presente, tener conciencia de las maravillas que nos rodean, es esencial para alcanzar la felicidad plena.

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